10º Trail Corriendo Entre Viñedos. El sábado recién pasado, 30 de abril, pudimos compartir en la décima versión de Trail Corriendo entre Viñedos, en esta ocasión en la Viña Requingua, ubicada en Sagrada Familia, a aproximadamente 15 kms. de Curicó.
La prueba organizada por Ruta del Vino Valles de Curicó combina un exigente trazado de trail, con una degustación de los mostos de la zona después de la carrera. En esta ocasión, se ofrecieron las distancias de 10 y 20 kilómetros.
Participo entre los que recorreremos los 20K. La partida se da aproximadamente a las 10:00 horas, luego de haber recibido las instrucciones de Patricio Bustamante. El día está muy agradable, con una temperatura matinal fresca, pero no fría, lo que prevé que al correr podríamos sentir algo de calor.
El trazado en teoría es bastante simple. Se inicia recorriendo un camino vehicular que bordea los parronales para aproximadamente a los 2 kms adentrarse en el cerro con una subida constante durante otros 2 kms, la que no en pocos momentos obliga a la mayoría de los corredores a caminar. Luego de visualizar y pasar al lado de una antena celular nos adentramos en una meseta plagada de espinos y otras especies de arbustos propios del secano de la zona central de Chile.
Tanto en la subida como en esta meseta, se dispone de muy poca sobra, lo que hace que el tibio sol de esta época del año se sienta con bastante intensidad.
Recorremos un kilómetro más por esta meseta hasta encontrarnos con el primer puesto de hidratación. A partir de aquí, ambas distancias se separan. Los 20 kms giran a la izquierda, adentrándose hacia el interior de la meseta, hasta llegar a unas pircas, las que comenzamos a seguir, para gradualmente comenzar el descenso.
Intuyo que los corredores de los 10 kms., que continúan desde el puesto de hidratación derecho, comienzan pronto su descenso, puesto que el punto de reencuentro con los 20, no debe encontrarse mucho más allá de 1 a 2 kilómetros más adelante desde su perspectiva.
Volviendo a los 20, en el descenso la ruta se va cada vez distanciando más de los senderos vehiculares (para 4 o 2 ruedas) para asumir un trazado más de calzadas y hondonadas algo mas erosionadas y con piedras de diversos tamaños. Todos ellos que llaman a correr y disfrutar. La pendiente general es descendente, aun cuando se deben enfrentar pequeñas subidas.
Aproximadamente al completar 10 kilómetros de recorrido nos volvemos a encontrar con el camino vehicular y con los corredores de la distancia menor. Algo más adelante se encuentra el segundo puesto con agua. Por los siguientes 3 kilómetros ambas distancias continúan juntas, completando el descenso a la viña. Al llegar a esta, los corredores de 20 kms. Comienzan a rodear los parronales en un recorrido técnicamente simple, pero que permite justificar el nombre de este evento. Por su parte, los corredores de los 10 kms, toman una ruta más directa para dirigirse a la meta, siguiendo el mismo camino de la partida.
La vuelta alrededor de los viñedos se prolonga por algo más de 2 kms, retornando al camino inicial, para a algunos cientos de metros de la meta, volver a ingresar entre las parras y dar un pequeño rodeo en forma de U, para finalmente encaminarse a la meta.
Tras cruzar la meta, me recibe la sonrisa de una muchacha que me entrega mi medalla de finisher, y la copa para la cata de vino. Ahora podemos disfrutar de la hospitalidad de la Ruta del Vino de Curicó pues encontramos mesas y sillas, un buffet para la cata y algunos quesos y cecinas para disfrutar, además de un poco de frutas.
En resumen, recibimos una experiencia deportiva y de compañerismo. Un trazado de aproximadamente 18 kilómetros en el que se notaba el amor por la naturaleza y el deporte, así como el conocimiento de lo mejor de esa zona de la séptima región. Disfrutamos de la belleza del campo vitivinícola de la zona de Curicó, y de sus mostos. De la alegría de correr rodeados de naturaleza. De sentirnos vivos, extremadamente vivos y felices. De correr con amigos.
Deseo agradecer a Patricio Bustamante y Alejandra Inda por la invitación a tan bella carrera, y a todos los grandes amigos de siempre con quienes compartí esta experiencia.