100 kilómetros en un mes. Los últimos 30 días han sido intensos. Por una mezcla de circunstancias se me acumularon 4 pruebas con distancias crecientes que sumadas dan algo más de 100 kilómetros.
Normalmente los especialistas recomiendan que un Corredor Promedio no realice más de una prueba de «larga distancia» al mes. E incluso que el número de maratones y medios maratones se limite, dejando tiempo al cuerpo para reponerse entre prueba y prueba.
El caso es que en mi planificación anual consideré participar entre octubre, noviembre y diciembre de 2016 en 3 a 4 pruebas, de las cuales una era de trail y el resto de calle. Según esta planificación en octubre habrían 2 carreras que sumadas hacían 20 kms, en noviembre correspondía la sexta fecha del Trail Running Tour LSE en Lircay, con poco menos de 30 kms (la organización dice que son 28 y yo he medido 28.8 aprox. con el GPS), que tradicionalmente se hacían a principios de mes. El año terminaba con el Maratón Costa del Pacífico, el 4 de diciembre, en el que por primera vez participaba en la distancia máxima. En definitiva, un trabajo gradual y creciente en las distancias que llevaba a realizar un largo de trail un mes antes de un maratón. Es decir, lo que un entrenador recomienda.
El problema surgió cuando sin mirar el calendario, surgió la oportunidad de correr los 21K en Santiago Corre Consalud el 20 de noviembre, hecho que por sí solo sigue estando acorde con una planificación estratégica, pues si se los asume como un entrenamiento a 2 semanas de un maratón, parece bastante razonable. Luego, los 15K de la corrida New Balance 15K Series, que estaban programados para el 16 de octubre, se postergaron para el 6 de noviembre. Además, descubrí que Lircay no era a principios de noviembre, sino que el 26 de ese mes. Claramente no era lo que recomienda un plan de entrenamientos racional en vista de un maratón, pero visto como un desafío, se asumió como el mejor y más emocionante.
En definitiva el calendario quedo así: 6 de noviembre 15 kms New Balance, 20 de noviembre 21 kms Consalud, 26 de noviembre 28 kms LSE Lircay (trail) y 4 de diciembre 42 kms Maratón Costa del Pacifico. 106 kilómetros en 28 días. Si se considera que en todo el año 2016 entre todas las competencias se hicieron 475 kms, podemos ver que estas últimas 4 semanas aportaron del orden de 22% de ese total.
Veamos entonces como fue esta aventura del último mes de competencias del 2016.
New Balance
Esta es una prueba que se desarrolla en la comuna de Las Condes, sobre un circuito de 15 kms bastante alargado, que va desde Estoril en su punto más alto, hasta Américo Vespucio en su punto más bajo, teniendo su partida y meta en el Parque Araucano. Es una carrera bastante entretenida, especialmente por ser de una distancia interesante, más de 10 y menos de 21. Es decir, como para saber si nos las podemos con una distancia mayor, pero no arriesgarse con un 21. Esta era la segunda vez que se participaba en ella.
El circuito se caracteriza por tener largo tramos con muy pocos árboles, lo que lo vuelve bastante caluroso. En esta ocasión, una pésima organización de la hidratación sumado a un día muy soleado, hizo que se volviera una carrera muy dura, en el que no pocos participantes sufrieran los rigores del calor.
Haciendo falta pruebas en esta distancia (no recuerdo más de 3 en el calendario anual), extraña mucho que una marca prestigiosa de ropa deportiva y una productora con experiencia en estas lides hayan fallado de tal manera.
Santiago Corre Consalud
Esta es una prueba bastante masiva que se desarrolla en la comuna de Santiago, con partida y meta frente a La Moneda. Tiene un trazado con un desnivel muy abordable, y en su 21 kms de oriente a poniente va desde Lira hasta frente a la Teletón, y de norte a sur recorre desde Alameda hasta el eje Ramón Subercaseaux- General Rondizonni-Ñuble.
Es una prueba gratuita con una logística envidiable, que más allá de los problemas derivados de la mala calidad del pavimento en varias calles de la zona sur del recorrido, es una de las competencias que se ha venido consolidando con los años dentro del calendario de running santiaguino.
LSE Lircay
Uno de los mejores circuitos de trail runing que se da en nuestro país es el que viene organizando Latitud Sur Expedition desde hace 3 años. En él nos encontramos con una gran variedad de paisajes y tipos de terrenos, circuitos desafiantes y creados por personas que aman y saben de trail, y una logística que por lo general se destaca por un marcado de la ruta a prueba de despistados y puntos de abastecimiento bien provistos (aunque a veces parecen ser pocos).
Por tercer año este circuito tuvo su última fecha (la sexta de este año) en la Reserva Nacional Altos del Lircay, comuna de San Clemente, VII Región. Aunque este año, al contrario de los dos anteriores, no hubo nieve, nos acompañó un día muy fresco y ventoso lo que hizo que se sufriera con el frío, ya que el viento, principalmente en la zona alta del recorrido enfriaba el sudor.
Dadas las condiciones de cercanía con otras pruebas y desafíos, asumí esta carrera con mucha calma, e intentando no sobrecargar en demasía la musculatura. Sin embargo, eso no evitó que lo hiciera con una contractura persistente en mi gemelo izquierdo que apareció sorpresivamente en el kilómetro 3.5 y me acompaño hasta la meta 25 kilómetros después.
Una de las particularidades del trail es el compañerismo que se da entre sus participantes, lo que se nota, tanto en el hecho de que a cada participante que uno ve que pareciera tener problemas, se le consulta si necesita ayuda. Como en que por lo general, se da que corredores de niveles similares se acompañan y mantienen cercanos durante largos periodos de la competencia. Este es el caso que se dio en esta oportunidad, en que me encontré con Eugenia Dos Santos, corredora brasileña con quien compartí la ruta buena parte del tiempo. Y con quien, en los últimos kilómetros dentro del parque conversamos animadamente, llegando casi juntos a la meta. ¡Gracias Eu!
Maratón Costa del Pacifico
Por tercer año consecutivo se concurría a este evento organizado por Olimpo Producciones. Sin embargo, y al contrario que los años anteriores en que se había participado en los 21 kilómetros, en esta ocasión se apuntó a la máxima distancia, el Maratón con sus 42.195 kms. Era la primera vez en que se participaba en esta distancia en esta prueba, y el cuarto maratón de mi vida.
La Maratón Costa del Pacifico tiene varias particularidades que la hacen especial. En primer lugar, tiene un desarrollo lineal en el que todas sus distancias tienen partidas diferentes y una meta común frente al sitio 5 de la playa de Reñaca. De este modo, los 10 kilómetros largan en Concón, los 21 cerca del puente Santa Julia, y los 42 en las inmediaciones de la escuela básica El Rungue, en Rungue comuna de Puchuncaví. La segunda, es que todas las distancias tienen una partida simultánea a las 7:30 de la mañana, y que para los que así lo deseen existen buses de acercamiento a los distintos puntos de partida que parten desde Reñaca entre 5:30 y 5:55 hrs puntualmente y sin excusas.
Por último, es muy importante destacar, que aunque la ruta, salvo los últimos 10 kilómetros, no es exactamente costera, durante casi todo su recorrido se mantiene muy cerca de la costa, lo que significa que la brisa marina está permanentemente a nuestro alrededor, y la vista del mar a nuestra derecha es un horizonte que se acerca y aleja alternadamente.
El hecho de no ser una competencia urbana, agrega un valor incalculable y una belleza especial, en particular si se acepta apreciarla con todos los sentidos. Al paisaje campestre e industrial (se pasa frente al puerto de Quintero, la Refinería de Ventanas, y la planta de Gas Natural en Quinteros), hay que sumar el sonido de fondo de un Océano Pacifico omnipresente, matizado con el canto de las aves madrugadoras. La brisa nos conecta con los aromas salinos del mar, y en varios sectores los eucaliptos refrescan cada bocanada de aire que se respira. En esta ocasión, tuvimos la oportunidad de partir con una suave llovizna sobre la piel, la que se fue matizando con tenues rayos de sol, y la caricia del viento.
Otra de las circunstancias que hicieron especial esta prueba fue el compartirla con los amigos. Partiendo por Toñita Berrueta con quien me encontré en el bus de acercamiento, siguiendo por Luis Arce con quien compartimos los primeros 8 kilómetros de carrera a un ritmo excelente del que ni me di cuenta tanto porque íbamos conversando, como por el simple hecho que correr en esas condiciones era sumamente placentero. Una vez que Luis se adelantó, volví a cruzarme con Toñita pasado Ventanas, compartiendo una aliento y animo por unos instantes. Una presencia persistente e intermitente fue la de Ignacio Rodríguez (Nachito) que estaba sacando fotos para Corredor Promedio, y que me acompaño en dos momentos claves del recorrido: las dos subidas previas al kilómetro 30 poco antes de llegar a Concón, y los últimos 2 kilómetros, cuando ya las piernas querían desistir y se corría a pura mente y corazón. Sus gritos de aliento aportaron ese plus que siempre se agradece. El último kilómetro se agregó a mi escolta Mauricio Quintanilla. Y al asumir los últimos 195 metros, las voces de mis amigas de Andesteam, Magaly Castillo y Jessica Medina, permitieron cruzar la meta con los brazos en alto y una sonrisa de satisfacción. Su cálido abrazo posterior, y la preocupación por lo que pudiera necesitar en esos momentos demuestran la grandeza de su amistad. ¡Gracias Jessica y Magaly!
Un año redondo
Este tercer maratón del año 2016 cerró con la satisfacción de un trabajo bien hecho, y el sabor de haber cumplido con los objetivos planificados. No solo se estableció una nueva marca personal para la distancia, sino que a lo largo del año se fue bajando los tiempos en forma constante y persistente, lográndose una reducción del orden de una hora respecto de lo hecho en ese primer maratón en abril de 2015 en el Maratón de Santiago. Físicamente se estaba agotado, pero muscularmente no se tuvo problemas. Se corrió sin calambres ni contracturas, y el aprendizaje conseguido en cuanto a hidratación, alimentación y mentalización de carrera son el mayor logro de este año 2016. En esto último, el correr con el alma, es muy importante el aporte que hizo Cristian García-Huidobro en la previa del Maratón Rapa Nui: «Si se goza del camino, se puede llegar a cualquier parte. No hay imposibles». Correr sabiendo a donde se va, pero no obsesionándose con la meta, sino que construyendo el viaje con cada paso.
Un agradecimiento especial merecen este año Rodrigo Salas y Marcela Sarmiento de Olimpo Producciones, que supieron transmitir su cariño por el deporte a cada uno de los que participamos en las pruebas por ellos organizadas a lo largo del año. Mis mejores logros tanto en lo deportivo como en lo personal estuvieron justamente en esas pruebas. Gracias y nos vemos el próximo año.
Andres Reisz