Julia ‘Hurricane’ Hawkins muere a los 108 años de edad. El Legado de una atleta centenaria.
Una leyenda del atletismo que inspiró a generaciones
El mundo del deporte perdió a una de sus figuras más emblemáticas con la muerte de Julia ‘Hurricane’ Hawkins a los 108 años en Baton Rouge, Luisiana, EE.UU. Hawkins no solo destacó por su longevidad, sino por sus logros extraordinarios en el atletismo, a pesar de haber iniciado su carrera como corredora a los 100 años. Esta mujer, apodada «Hurricane» por su velocidad, rompió récords y desafió las expectativas sobre el envejecimiento, dejando una huella imborrable en la comunidad deportiva y en la sociedad.
Comienzos tardíos en el atletismo
Aunque Hawkins fue una ciclista competitiva desde los 70 años, no fue hasta que cumplió los 100 que se aventuró en el mundo de las carreras. La inspiración surgió de un consejo familiar: su hijo la animó a correr un sprint de 100 metros tras ver a otro centenario hacerlo. «Sabía que podía correr», bromeaba Hawkins, refiriéndose a sus años de juventud corriendo hacia el teléfono cuando sonaba. En 2017, a los 101 años, se convirtió en la mujer más anciana en competir en los Juegos Nacionales para Mayores, estableciendo récords en los eventos de 50 y 100 metros. Dos años más tarde, rompió esos mismos récords.
Récords y legado en los Juegos Nacionales
Hawkins no solo impresionó por su velocidad, sino que también superó a competidores más jóvenes, corriendo más rápido que los ganadores de las categorías de 94-99 años en múltiples ocasiones. En 2021, a los 105 años, se convirtió en la primera mujer en registrar un tiempo en la categoría de 105 años o más en los 100 metros, una hazaña que consolidó su legado como una pionera del atletismo. Su determinación y carisma la convirtieron en el rostro de los Juegos Nacionales para Mayores, donde fue una inspiración para miles de atletas que seguían su ejemplo de mantenerse activos y saludables a cualquier edad.
Una vida marcada por la resiliencia
Nacida en 1916 en Wisconsin, Hawkins vivió una vida llena de desafíos y aventuras. Conoció a su esposo, Murray Hawkins, mientras ambos eran estudiantes en la Universidad Estatal de Luisiana. Durante la Segunda Guerra Mundial, Murray fue enviado a Hawái, y la pareja se casó por teléfono mientras él estaba destinado en Pearl Harbor. Juntos tuvieron cuatro hijos y compartieron más de siete décadas de matrimonio hasta la muerte de Murray en 2013. A lo largo de su vida, Hawkins mantuvo una mentalidad activa y curiosa, enseñando en Honduras y escribiendo su autobiografía, «It’s Been Wondrous: A Centenarian’s Memoir».
«La Dama de las Flores» y su pasión por la vida
Además de ser conocida por su velocidad en la pista, Hawkins era también llamada «La Dama de las Flores» debido a su amor por la jardinería. En cada carrera, se la veía con una flor detrás de la oreja, símbolo de su amor por la naturaleza y de su enfoque positivo hacia la vida. Hawkins atribuía su longevidad y éxito a su capacidad para disfrutar de los «momentos mágicos», como los atardeceres, los pájaros y las pequeñas alegrías cotidianas.
Un legado que trasciende la edad
Figuras importantes de Luisiana, como la alcaldesa-presidente Sharon Weston Broome y el vicegobernador Billy Nungesser, elogiaron a Hawkins tras su muerte, destacando su impacto en la comunidad. Su vida demostró que nunca es tarde para asumir nuevos retos y que la edad no es un impedimento para alcanzar grandes logros. Hawkins inspiró a generaciones con su vitalidad, determinación y sentido del humor.
Aunque Julia ‘Hurricane’ Hawkins ya no está entre nosotros, su legado sigue vivo. Ha dejado una lección clara: mantenerse activo y disfrutar de la vida puede ser el secreto para una existencia plena y longeva. Su vida fue, sin duda, una carrera bien corrida.