Desafío en las alturas: Expedición al Volcán Lanín. En una búsqueda de superación y camaradería, el grupo de «Las Copadas» se embarcó en la misión de escalar el imponente Volcán Lanín, Expedición organizada por SDA Trekking junto al guía de montaña habilitado, Jony Espinosa.
Cumplimos el objetivo: ¡Intentarlo!
El grupo de «Las Copadas», seis mujeres runners, se enfrentaron al desafío de escalar el Volcán Lanín, pero las condiciones climáticas adversas frustraron su intento por alcanzar la cima. A pesar de ello, la expedición se convirtió en una experiencia memorable, donde el trabajo en equipo y la seguridad primaron en medio de la naturaleza.
Confirmación de límites desafiados
El objetivo de «Las Copadas» era demostrar que no hay límites para lo que una mujer puede lograr. Conformado por Laura Tonelli, Sonia Bardelli, Andrea Carabelli, Natalia Suelves, Silvia Martínez y Andrea Eraso, este grupo de deportistas amateurs se propuso el desafío de escalar el legendario Volcán Lanín, de 3.776 msnm, ubicado en Junín de los Andes, Neuquén.
La experiencia: testimonio de las protagonistas
La expedición comenzó el viernes 15 de marzo, desde la base del Volcán Lanín. Con mucha alegría y expectativas iniciamos las tremendas trepadas, con descansos muy cortos, de 10 minutos aproximadamente, para hidratarnos y comer algo. El viento nos pegaba muy fuerte, pero la presencia del Volcán Lanín frente a nosotras nos daba fuerzas para seguir adelante. Tardamos 4h20m en llegar a los domos, ubicados a los 2290 msnm. Allí nos acomodamos y almorzamos unas ricas tartas y fruta. Los guías compartieron su experiencia, mientras relataban anécdotas y nos instruían permanentemente sobre lo que se venía al otro día. Sin embargo, nada opacó ese momento y disfrutamos mucho estar en ese lugar.
Durante la cena, el tiempo comenzó a empeorar. Nuestro guía nos informaba sobre las condiciones climáticas que se avecinaban, pero, efectivamente, los fuertes vientos se intensificaron, y la lluvia y la nieve comenzaron a caer. Tal eran las ráfagas de viento que, por su ruido, nos impedían descansar dentro del domo. A las 3:00 hs. ya estábamos despiertas, a la espera de buenas noticias, pero Jony —el guía— nos confirmó que el clima seguía empeorando. Luego de dos horas de espera, y sin mejoras climáticas, los guías ascendieron para evaluar el peligro. Las conclusiones no fueron favorables y desistimos de la cumbre, para priorizar nuestra seguridad.
La lluvia recién paró un poco a las 8:00 hs. y, luego de unos mates, nos preparamos para ascender al Refugio Caja, ubicado a 2600 msnm. Fue un trayecto muy duro, con ráfagas de viento que nos balanceaban en el camino, durante el ascenso. En el refugio, descansamos y disfrutamos de las hermosas vistas y paisajes, antes de emprender el regreso al domo. Allí, no sólo acomodamos las mochilas, sino que también bajamos nuestras pertenencias y residuos, dejando el campamento en óptimas condiciones, tal como lo encontramos. El descenso a la base fue muy especial. Cada una tomó conciencia de lo difícil que se nos presentó el clima y de la correcta decisión que tomamos junto a los guías.
Ya en la base, Jony nos sorprendió con una picada increíble, que degustamos junto a un arroyo, para luego emprender el regreso a San Martín de los Andes para descansar y luego reencontrarnos con todos los guías, grandes profesionales: Jony, Alejandro y Ema. Juntos, disfrutamos de un gran asado, hubo entrega de premios y sorteos para todos. Recordamos los momentos vividos y nos divertimos mucho, dejando atrás la desazón de no haber logrado la cumbre, pero con la alegría de haber vivido una experiencia única.
Conclusiones: Más allá de la cumbre
Aunque la cima del Volcán Lanín no fue alcanzada, el verdadero éxito radica en la valentía, el compañerismo y las lecciones aprendidas durante la expedición. «Las Copadas» regresan con la satisfacción de haber desafiado sus propios límites y fortalecido su vínculo como equipo, demostrando que la verdadera aventura está en el intento mismo.
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