El último finalista del Maratón de Londres se ha revelado como víctima de un accidente automovilístico que limitó gravemente su entrenamiento. Tom Durnin, de 35 años y oriundo de Banbury en Oxfordshire, sufrió una hemorragia cerebral y se fracturó un brazo en un choque automovilístico en diciembre. Sin embargo, a pesar de su dolor y limitaciones, logró terminar la carrera en ocho horas, 10 minutos y 58 segundos.
Su historia se volvió viral después de que se publicara un video suyo cruzando la línea de meta en las redes sociales. Los organizadores de la carrera han elogiado su determinación, describiéndolo como «uno de los mejores momentos» en la historia del Maratón de Londres.
Durnin le dijo a la BBC que no había podido hacer ningún entrenamiento hasta marzo debido al accidente automovilístico. «Lo más lejos que corrí fueron 10K, así que me adentré en lo desconocido», dijo.
Agregó que rendirse «no era una opción» y que estaba decidido a terminar, sin importar cuánto tiempo tomara, para poder recaudar dinero para Bone Cancer Research Trust.