Estudio revela impactos positivos de los viajes activos en eventos deportivos de gran envergadura. ¿Qué efectos pueden tener los viajes activos en un evento deportivo de gran magnitud? Esta interrogante, que ha capturado la atención de la comunidad atlética global, encontrará respuestas fundamentales gracias a un estudio de movilidad activa llevado a cabo por los renombrados equipos de World Athletics Health & Science and Sustainability. Durante un lapso de dos semanas, en el marco del emocionante Campeonato Mundial de Atletismo Budapest 23, la capital húngara se convertirá en el epicentro de este análisis revolucionario.
Más de 200 participantes voluntarios se embarcarán en un viaje inusual hacia el Centro Nacional de Atletismo de Hungría, utilizando medios de transporte activos como la bicicleta, la caminata e incluso la carrera. Colaborando en esta ambiciosa tarea con Strava Metro, líder en seguimiento de actividades deportivas, el estudio meticulosamente registrará y evaluará cada desplazamiento, con el objetivo de analizar los beneficios tangibles que los viajes activos aportan a eventos deportivos de gran envergadura.
Este enfoque multidimensional medirá el impacto en diversos aspectos, incluyendo la reducción del tráfico local de vehículos motorizados, la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero y los posibles efectos económicos derivados de la adopción de la movilidad activa. No menos importante es la evaluación de los impactos en la salud y el bienestar de los participantes, subrayando la importancia integral de este estudio pionero.
Este proyecto, respaldado en parte por el prestigioso Programa Erasmus+ de la Comisión Europea, verá a aproximadamente 40 miembros del personal de World Athletics recorriendo los 5.5 km desde su sede en bicicleta. Un contingente de más de 100 proveedores de servicios se unirá a la iniciativa, viajando desde sus respectivos hoteles, mientras que cerca de 75 voluntarios del Comité Local de Organización (LOC) completarán el grupo, realizando sus desplazamientos desde sus hogares en Budapest.
Los antecedentes de este estudio se remontan al exitoso piloto realizado durante el Campeonato Mundial de Atletismo en Oregón el año pasado. A pesar de su tamaño reducido, este grupo de 25 individuos demostró cómo incluso pequeños esfuerzos pueden generar un impacto significativo. Los 58 trayectos en bicicleta, totalizando tres kilómetros cada semana, no solo redujeron las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en 93.06 kg y las emisiones de óxido nítrico (NOx) en casi medio kilogramo, sino que también equivalieron al acto de plantar 112 árboles. La elección de utilizar la bicicleta en las horas punta resultó en un ahorro de tiempo de 1 hora y 56 minutos por semana, además de generar un ahorro financiero de casi 107 dólares en gastos relacionados con el transporte.
En Budapest, se prevé que los participantes realicen un asombroso total de 2800 desplazamientos semanales, abarcando distancias que oscilan entre 3.5 y 8 kilómetros.
World Athletics aspira a consolidar y expandir estas investigaciones en futuras ediciones de los Campeonatos Mundiales, con el objetivo último de involucrar a los espectadores en esta ecuación innovadora, siempre que la infraestructura lo permita o cuando los comités organizadores locales implementen medidas para su viabilidad.
La anticipada publicación de los resultados de este estudio está programada para octubre, lo que promete arrojar luz sobre un nuevo paradigma en la planificación y realización de eventos deportivos de envergadura global.